En esta ocasión, el Administrador de Empresas Juan David Castro Ruiz, Líder de Mercadeo y Product Owner Daruma y el Ingeniero Industrial Alejandro Bermúdez, Magíster en Administración y Mercadeo, docente, emprendedor serial, CEO de TIQAL y apasionado por la mejora de las organizaciones, nos comparten su experiencia alrededor de la Estrategia Empresarial y la Transformación Digital.
Hay que entender que la estrategia es la carta de navegación, orientando a la organización hacia los objetivos. La Transformación Digital debe ser un resultado de las decisiones estratégicas, donde se entienda que la organización necesita de cambios para darle respuesta a las necesidades actuales ante la nueva realidad, por lo tanto, es la estrategia la que plantea cómo debería la organización enfrentar los cambios y el contexto para adecuar acciones de la mano de la tecnología.
La simbiosis entre estrategia y las herramientas tecnológicas es necesaria porque es importante para tener éxito en los objetivos que se plasme la organización, en donde de la mano con aliados clave y herramientas que apoyen el camino estratégico trazado por la organización, seguramente permitirán el alcance de los resultados en las áreas y procesos de una forma más productiva, por lo cual, la compra de tecnología no significa que una organización se esté transformando digitalmente, pues este proceso debe estar alineado a una definición estratégica. Así mismo, debe estar alineado a los demás elementos de la transformación digital (personas, procesos, tecnología y estrategia).
La estrategia permite además priorizar, si hablamos, por ejemplo, en términos de recursos, saber dónde se deben incorporar los recursos tecnológicos para el cumplimiento de la estrategia, en este aspecto también cumplen un papel fundamental los proveedores de tecnología, los cuales, ayudan a identificar las necesidades tecnológicas para avanzar hacia los objetivos con la estrategia trazada.
Finalmente, es necesario realizar el seguimiento a la estrategia para determinar si la organización va por el camino adecuado en relación con el cumplimiento de las metas propuestas, y más importante aún, para determinar si la Transformación Digital está permitiendo avanzar hacia estos objetivos estratégicos. Esta revisión o evaluación implica también revisar la coherencia del modelo de negocio, con el fin de identificar si éste aún aplica en el marco de la Transformación Digital.