“Plan de contingencia más allá de la crisis”
Las organizaciones que se anticipan y proyectan hacia el futuro tienen más probabilidades de recuperarse y aprovechar las crisis como oportunidades para invertir en resiliencia estratégica, operativa y financiera. Esto les permite asegurar la continuidad del negocio y posicionarse mejor para responder a los desafíos globales de manera más productiva.
La norma ISO 22301 para la Gestión de la Continuidad del Negocio es crucial para mantener el desarrollo normal de las actividades de una organización, proteger sus intereses y los de sus empleados, y preservar su reputación ante cualquier amenaza o circunstancia adversa.
Este estándar internacional surgió como respuesta a la necesidad de gestionar la continuidad empresarial de manera eficiente, y su importancia ha crecido aún más en el contexto de la pandemia del COVID-19.
Por eso, hablamos con dos asesoras de servicios de TiQal, quienes tuvieron la experiencia de acompañar a los clientes sobre esta temática con el uso de nuestras soluciones Daruma.
TiQal: ¿Cuáles son las necesidades de las empresas frente a esta norma?
Asesoras de Servicios: A gran parte de las empresas de diferentes sectores, como las de servicios, sus clientes les solicitan el plan de contingencia y continuidad, así que deben tener uno, acompañado de un lineamiento estratégico para demostrar que cumplen con la norma y generar confianza. A su vez, por ejemplo, algunas empresas tienen clientes que operan en el sector financiero, para el cual es fundamental contar con planes de continuidad de negocio por parte de sus proveedores, por eso, con mayor razón necesitan contar con este proceso para la implementación a nivel interno y para ofrecerlo a sus clientes.
TQ: ¿Esta normativa es obligatoria para todos los sectores o es una norma específica para los tiempos de crisis?
AS: La ISO 22301 no es exclusiva de las crisis, pero en el tiempo que estamos viviendo aporta bastante para que las empresas puedan continuar de forma eficiente y sin mayores contratiempos. Por su parte, sí es obligatoria para el sector financiero, que debe tener un plan de continuidad a partir de los lineamientos de planeación estratégica que va a la par de su plan de desarrollo.
En TiQal, por ejemplo, tenemos un plan de continuidad porque como empresa decidimos adoptar ciertos estándares de calidad que hacen parte de nuestra propia planificación estratégica.
TQ: ¿Qué implica para las empresas en cuanto a los procedimientos y el marco normativo implementar un plan de continuidad del negocio?
AS: Las empresas deben hacer un diagnóstico de sus procesos y priorizar cuáles son los más críticos, a partir de ahí se elaboran planes de acción estratégicos para fortalecer los procesos priorizados y se definen BIA’s (Business Impact Analysis) para la continuidad y contingencia. Dependiendo de la actividad económica a la que se dediquen y los módulos que ejecuten en sus sistemas de gestión, se determina la necesidad de hacer adaptaciones de los mismos.
TQ: Nuestras soluciones Daruma ¿cómo ayudan a resolver este requerimiento?
AS: Daruma cuenta con distintas funcionalidades que responden a las necesidades y particularidades de cada institución. Inicialmente, con los módulos de gestión de riesgos, planes de acción, activos, documentos e informes, ayudamos a que las organizaciones implementen y actualicen sus protocolos, identificando riesgos existentes y futuros para evaluar el impacto en todas sus áreas y colaboradores y así, desplegar acciones estratégicas de continuidad del negocio que aseguren una mayor productividad.
Además, al ser una solución 100 % web aseguramos la continuidad de las organizaciones frente a la crisis del COVID-19, permitiendo que los colaboradores sigan conectados en tiempo real logrando la efectividad en sus procesos y el alcance de sus metas.
TQ: ¿Qué beneficios obtienen las empresas con este proceso?
AS: En general, con la implementación de planes de continuidad logran generar confianza entre los clientes, organismos administrativos y demás interesados del sector; establecer indicadores medibles para alcanzar los objetivos; mejorar el conocimiento de los riesgos y oportunidades de la organización; reducir los costos que genera una posible inactividad; proteger los activos de la empresa y evitar consecuencias adversas.
Además, con Daruma pueden hacer evaluaciones automáticas de impacto en áreas, procesos y personas para el fácil despliegue de acciones estratégicas de continuidad; rediseñar el programa de resiliencia: actualizando los planes de recuperación de la empresa con el fin de garantizar su continuidad y re-definir de políticas de administración financiera, manejo de caja y capital de trabajo a partir de aprendizajes.
Todo esto se logra gracias a que Daruma es de fácil consulta, cuenta con un sistema de auto ayuda y filtros y protege la información de forma consolidada y estandarizada para facilitar su administración y disponibilidad a través de permisos de usuarios.
TQ: Actualmente ¿cuáles son las necesidades o requerimientos que manifiestan las empresas?
AS: Más allá de la continuidad propiamente dicha como norma y como herramienta frente al COVID-19, muchas empresas actualmente están enfocadas en mejorar sus planes de gestión de riesgos, la organización de su documentación, su estructura organizacional o garantizar la seguridad de la información.
Por otro lado, todos estamos experimentando un periodo donde la tecnología es nuestro mayor aliado para confiar en el trabajo que puedan realizar los colaboradores desde sus hogares y estar en constante comunicación con proveedores y acreedores para no paralizar los negocios. Todos estamos aprendiendo, preparándonos para asumir nuevos desafíos y desarrollando nuevas estrategias que nos permitan seguir creciendo.