Para tomar buenas decisiones, asegura el experto en liderazgo James McGrath, tienes que entender las 4 reglas que rigen el proceso. Independientemente del tamaño de tu negocio o de la organización para la que trabajes:
Solo hay dos tipos de decisión: las que se pueden tomar rápido porque se pueden corregir fácilmente y sin apenas costes y las que solo se pueden adoptar después de mucho pensar porque corregirlas es extremadamente delicado y, además, costoso.
Cualquier decisión que se tome se va a tomar siempre con datos incompletos.
Si eres una persona con sentido común, vas a acertar únicamente una tercera parte de las decisiones que tomes. El otro tercio habría acabado exactamente igual, fuese cual fuese la decisión tomada.
Mejor si una decisión se toma en el nivel más bajo de una organización.
Teniendo todo esto en cuenta, McGrath ofrece un decálogo para tomar decisiones más eficaces:
No te obsesiones con las decisiones:
«Retrasar una decisión o no tomarla son decisiones por derecho propio y tienen consecuencias», apunta este autor.
No pases decisiones hacia arriba.
«Sobre todo si tienes potestad para tomarlas. Te hará parecer indeciso», añade.
Toma decisiones fáciles.
«Ten la seguridad de tomar decisiones que resulten fáciles y baratas de corregir y que se puedan tomar con una información mínima», resalta.
Retrasa la toma de decisiones caras y difíciles de corregir hasta que no tengas suficientes datos.
«Debes utilizar tanto datos cuantitativos como cualitativos y tu propio conocimiento tácito. Determinar cuáles son los datos adecuados dependerá de la naturaleza de la decisión/proyecto y de tu propio perfil de riesgo», indica.
No tengas en cuenta lo que ya se ha invertido en la toma de una decisión. Si se prevé que los ingresos futuros superen un millón, puede que no decidas continuar, pero si están por debajo de un millón, no juegas. Nunca pienses: Debemos sacar algo a cambio de los cuatro millones ya invertidos, continúa.
«Ese dinero ya está gastado. Ten solo en cuenta la liquidez futura. Si ya has gastado cuatro millones en un proyecto y necesitas gastarte un millón más para completarlo, compara este millón con la liquidez futura y no con los cinco millones de la suma total», advierte.
Aunque al tomar una decisión nunca tendrás todos los datos, tienes que someter los datos que ya tienes a una evaluación crítica.
«Pregunta si los datos se han visto afectados por suposiciones incorrectas, ideas ilusorias, errores de cálculo, proyecciones excesivamente confiadas (incluyendo cifras de clientes y de tesorería) o una subestimación del riesgo», enumera McGrath.
Lleva siempre a cabo una revisión post-decisión.
«Si no lo haces así, te estarás perdiendo una gran oportunidad de identificar errores en tu proceso de toma decisiones y de mejorar tu actuación en el futuro», concluye este experto en liderazgo.
¿Cómo te ayuda un software de gestión a tomar buenas decisiones?
Un software de gestión ayuda a tomar tanto grandes como pequeñas decisiones. En primer lugar, el empresario podrá disponer de una panorámica completa de su negocio. A través de gráficos, informes y datos variados, podrá comparar las ventas en distintos períodos de tiempo, llevar una buena gestión de la liquidez y controlar los procesos internos de la empresa.
Por otro lado, el software de gestión ayuda también considerablemente a nivel administrativo, reduciendo el número de tareas que hay que realizar y dejando más tiempo para tomar decisiones y realizar trabajos creativos.
Los empleados o distintos departamentos podrán así disponer también de una herramienta profesional, la cual estará conectada a los servidores de la empresa, para que todos los datos queden registrados en tiempo real y estén en sincronía. Al poder acceder a la información que a cada uno le corresponde, podrán disponer de datos útiles para implementar estrategias y técnicas más eficaces de cara a cumplir con unos objetivos.
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