Una de las principales exigencias de los consumidores del sector de alimentos es la calidad y la seguridad de los productos, por ello las certificaciones en este ámbito se han convertido en una exigencia para el bienestar y la estabilidad social y económica de esta industria.
La seguridad alimentaria debe ser gestionada eficazmente durante toda la cadena de valor para evitar enfermedades alimentarias, pérdida de oportunidades, publicidad negativa, retiro de productos, entre otros que pueden afectar enormemente una organización de este tipo.
Para cumplir con la calidad y las obligaciones de los consumidores, las empresas de alimentos se pueden apoyar con algunas normas internacionales que le ayuden a mantener la reputación de su marca, satisfacer a sus clientes y cumplir con los requisitos legales de sus productos.
Estas son algunas ventajas de certificarse e implementar normas de calidad y seguridad alimentaria:
Permite aumentar y garantizar la seguridad de los alimentos o bebidas.
Aumenta la competitividad en el mercado.
Genera confianza en el consumidor y en sus proveedores.
Es una garantía de seguridad alimentaria.
Estas son algunas de normas de calidad más implementadas y certificadas en el sector:
Normas ISO
Es importante resaltar que los peligros asociados a la inocuidad de los alimentos pueden darse en cualquier punto de la cadena de valor: producción, fabricación, envasado, transporte, almacenaje, distribución o en el propio momento de consumo.
Para garantizar la seguridad en cada uno de estos procesos, existen una amplia variedad de normas ISO para el sector de la industria de alimentos:
ISO 9001: Esta norma establece los requisitos de un Sistema de Gestión de Calidad.
ISO 22000: La ISO 22000 es una de las más implementadas en este sector y tiene como objetivo garantizar el cumplimiento de los Sistemas de Gestión de Seguridad alimentaria. Abarca toda la cadena de suministro, desde los ganadores y agricultores hasta el producto final.
Para campos específicos:
Microbiología ISO/TC 34/SC 9: cubre el desarrollo de métodos en el campo del análisis microbiológico de la cadena alimentaria desde la etapa de producción primaria hasta los alimentos, incluida la producción y manipulación de alimentos.
Almidón y sus derivados ISO/TC 93: Consta de 26 normas que definen la terminología, los métodos de muestreo, análisis y su examen.
Productos alimentarios ISO/TC 34: Abarcan todo tipo de alimentos, desde cárnicos y lácteos hasta vitaminas, pasando por el café o las especias.
Pesca y acuicultura ISO/TC 234: Monitorean el impacto ambiental y promueven el desarrollo sostenible de estos procedimientos. Esta norma incluye caracterización de sitios de acuicultura y mantenimiento de condiciones físicas, químicas y biológicas apropiadas, monitoreo ambiental, reporte de datos, trazabilidad y depósito de basura.
Productos alimentarios ISO/TC 34: Estandarización de la pérdida y el desperdicio de alimentos, proporcionando un marco para que las organizaciones alimentarias a lo largo de la cadena alimentaria trabajen activa y eficazmente con la medición y reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos. Abarcan todo tipo de alimentos, desde cárnicos y lácteos hasta vitaminas, pasando por el café o las especias.
Aceites esenciales ISO/TC 54: Se emplean tanto en productos alimentarios como en cosmética, por lo que deben también atenerse a una serie de reglas.
Café ISO/TC 34/SC 15: Normalización en el ámbito del café y sus productos, abarcando la cadena del café desde el café verde hasta el consumo, en particular. La estandarización incluye terminología, muestreo, métodos de prueba y análisis, especificaciones del producto y requisitos para el empaque, almacenamiento y transporte.
Certificación HACCP
La certificación Hazard Analysis and Critical Control Points o HACCP, es clave para la inocuidad alimentaria porque aborda la seguridad de los alimentos a través de la identificación, análisis y control de los peligros físicos, químicos, biológicos y últimamente radiológicos, que abarcan desde las materias primas y las etapas del proceso de elaboración, hasta la distribución y consumo del producto terminado.
La certificación HACCP puede ser implementada en cualquier segmento de la industria alimentaria y en cualquier etapa de su cadena de valor: cultivo, cosecha, transformación o elaboración y distribución de alimentos para su consumo.
GPM o BPM
BPM o GPM en inglés, hace referencia a las Buenas Prácticas de Manufactura y establece las condiciones y requisitos para garantizar y asegurar la higiene en la cadena alimentaria y la producción.
Esta certificación es fundamental para el desarrollo e implementación de los sistemas HACCP.