“Hoy, gran parte de nuestros usuarios están mejor preparados para adaptarse a estos cambios y, a pesar de la distancia, mantenerse unidos en torno a la calidad.”
La calidad es un pilar esencial no solo para los equipos especializados en esta área, sino también para las empresas que la consideran un vehículo para cumplir con su propósito organizacional. Muchos de nuestros clientes enfatizan que “la calidad no se logra solo con dos personas o un director; es necesario que impregne a todo el equipo y todos los colaboradores. Si no se logra empatía ni una buena comunicación, los procesos se desmoronan.” Estas palabras son más relevantes que nunca en el contexto actual.
Mientras las organizaciones ajustan sus decisiones para enfrentar los efectos humanitarios y económicos de la pandemia, instaurar y mantener una cultura de calidad se convierte en un desafío crucial. La forma en que los equipos de calidad trabajan está cambiando; la operación remota requiere adaptarse a nuevas modalidades de colaboración y acceso a la información. En medio de la incertidumbre, algunos procesos son más susceptibles a constantes cambios, lo que no debería comprometer la satisfacción del cliente.
La cultura de calidad se construye cuando la calidad está integrada en los valores de la empresa y forma parte de la experiencia de cada colaborador. Esto requiere un esfuerzo significativo, donde todos los equipos deben considerar su misión de manera holística, conscientes de que lo que hacen impactará tanto internamente como a los usuarios externos.
El control de documentos es fundamental, ya que reúne políticas, procedimientos, protocolos y aprendizajes. Detectar errores y fallas en las primeras etapas facilita el seguimiento y la corrección, lo que es crucial para la mejora continua.
En una cultura de calidad, los procesos se aseguran, se evalúan las adherencias, se miden los resultados y se gestionan los riesgos. Cuando se identifican oportunidades o hallazgos, estos se aprovechan como insumos valiosos para mejorar la organización. La mejora continua es una característica intrínseca de una cultura de calidad.
El desafío de la calidad radica en las personas, y esto se intensifica en un entorno donde los encuentros físicos se reducen a interacciones virtuales, lo cual es nuevo para muchos. Sin embargo, los sistemas también juegan un papel crucial para soportar el cambio.
El trabajo remoto puede ser altamente productivo cuando los colaboradores cuentan con las herramientas adecuadas y las utilizan correctamente. La comunicación es clave para garantizar la claridad en los objetivos y el seguimiento estratégico. Por ello, es importante:
Mantener la cohesión del equipo a través de una comunicación efectiva.
Fomentar un ambiente seguro, justo, confiable y abierto entre la gerencia y los colaboradores.
Promover el compromiso, la constancia y el trabajo en equipo apoyados en la tecnología.
Gracias a Daruma Software en la nube, nuestros usuarios han podido continuar con su gestión sin interrupciones, incluso realizando auditorías virtuales exitosas. Los líderes de calidad están fortaleciendo la colaboración entre equipos, implementando nuevos flujos de trabajo y procesos con mayor rapidez, lo que les permite concentrarse en la mejora al reducir el tiempo dedicado a tareas manuales.
El acceso a documentos actualizados en un repositorio único agiliza la implementación de cambios. Además, el seguimiento intensificado, el aumento de reuniones y las decisiones en constante evolución requieren funcionalidades como la gestión de actas, análisis de causas, medición de indicadores y gestión de riesgos para asegurar mayor trazabilidad y velocidad en la mejora continua.
Construye una cultura de calidad sólida y adaptable en tiempos de pandemia con tecnología y estrategias efectivas. ¡Contáctanos!