Conoce las estrategias para incrementar las posibilidades de éxito en la aplicación del Modelo Integrado de Planeación y Gestión.
El MIPG es un modelo exigente que busca que en las instituciones públicas, ubicadas en todo el territorio nacional se integren sus siete dimensiones a través de la aplicación de 18 políticas y así darle respuesta a las necesidades de la ciudadanía.
Las dimensiones que integran este modelo tiene como eje central el talento humano, a su alrededor se encuentran las dimensiones que corresponden al ciclo PHVA (planificar, hacer, verificar y actuar) llamadas direccionamiento estratégico, gestión con valores para resultados y evaluación de los resultados. Luego, se encuentran las tres dimensiones restantes que responden a la gestión del conocimiento y la innovación, información y comunicación y por último, el control interno que cobija todos los procesos que se llevan a cabo al interior de cada una de las dimensiones y constituye una mirada de prevención en temas como el soborno y la corrupción. Además, contribuye a que se cumplan los objetivos institucionales haciendo que se reduzcan las desviaciones que pueden escalar al incumplimiento de los compromisos que tienen las entidades con la satisfacción de las necesidades de la ciudadanía.
Por su extensión y complejidad a veces resulta todo un reto lograr la correcta y completa implementación del MIPG en las entidades e instituciones públicas. Conoce las ocho claves que junto a nuestro experto aliado Jairo Ángel traemos para incrementar las posibilidades de éxito en la aplicación del Modelo Integrado de Planeación y Gestión.
1. Trazar un plan de trabajo:
Debemos saber que lograr la implementación del MIPG y transformar una organización al 100% toma tiempo y esfuerzo, es por eso que es necesario trazar un plan de trabajo que contemple el estado actual de la entidad y asimismo se establezca el tiempo y las acciones requeridas para cumplir a cabalidad con los objetivos que se han trazado. Algunas instituciones podrán cambiar rápidamente y obtener resultados, pero, de igual forma, hay que prepararse para un proceso que toma alrededor de 3 a 4 años.
Cabe aclarar que en las entidades en las que ya se ha implementado con anterioridad alguna metodología que contemple el ciclo de PHVA se tendrán tiempos de implementación menores en comparación con aquellas en las que nunca se establecido una metodología de este tipo.
2. Continuidad:
Es necesario implementar un sistema en el que la continuidad y la memoria organizacional tengan relevancia, pues como sabemos, cada 4 años la administración sufre cambios considerables en su talento humano que ponen en riesgo la continuidad del proceso que se ha establecido en años anteriores. Además, es indispensable tener en cuenta que existen instituciones en las que cerca del 40% de sus colaboradores están bajo la modalidad de contratista y esta rotación constante de personal repercute en la calidad de los servicios que brinda la entidad. Por eso, es necesario implementar estrategias que suplan esta continua rotación, creando así un sistema robusto más allá de las personas que perdure en el tiempo.
3. El talento humano como eje central:
Consolidar un talento humano comprometido con la institución y que tenga sentido de pertenencia impacta positivamente en todas las etapas y procesos que se quieran implementar al interior, ya que, si esto se consigue, la posibilidad de alcanzar los objetivos designados en la entidad se incrementa considerablemente. Debemos, entonces, localizar cuáles son los puntos de desgaste entre los colaboradores para así subsanarlos y en esa medida crear un efecto dominó en el que si el personal está satisfecho contribuya a la satisfacción la ciudadanía y así lograr las metas de la institución.
4. Diseñar el modelo:
Contrario a lo que se puede imaginar, consolidar el modelo no es precisamente copiar tal cual el manual operativo del MIPG, es tomar este como base para adaptarlo y así establecer un modelo institucional hecho a la medida, esto teniendo en cuenta que todas las instituciones no son iguales, pues tienen objetivos y funciones diferentes, y es en esta diversidad donde el sistema se debe acoplar a las necesidades y características de cada entidad.
5. Sensibilizar y comunicar:
Una de las estrategias que contribuye a crear un talento humano con sentido de pertenencia es establecer una cultura de sensibilización y comunicación en la que el enfoque esté hacia la institución, sus procesos y el bienestar del talento humano que es la razón de ser y quienes dan vida y sentido a todo lo que se lleva a cabo al interior de las instituciones.
6. Evaluar:
El entendimiento y reflexión constantes aportan a la mejora continua que busca el MIPG. Es imperativo conocer el estado actual de cada institución y sus procesos para lograr no solo el cumplimiento sino llegar a la excelencia en la prestación de los servicios mediante la persistente corrección de errores.
7. Adaptar:
Aunque el sistema que se designe debe ser lo suficientemente robusto para asegurar su continuidad, es necesario que además cuente con cierto nivel de flexibilidad para que pueda adaptarse y responder a los cambios políticos y sociales que se dan a nivel nacional y mundial. Prestar especial atención a las circunstancias y contexto en el que se está inmiscuido permite prever los posibles riesgos y tomar decisiones estratégicas que se adapten a los momentos difíciles que se puedan presentar.
8. Integrar herramientas:
Incluir en tu implementación ayudas tecnológicas adecuadas permite disminuir los tiempos requeridos para algunas tareas, generando satisfacción entre los colaboradores. Contar con software para la gestión pública adaptado a las necesidades de la institución hace que se potencialicen las labores y se visualicen los resultados.
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